Mirada Extendida Rafael Rivera Rosa Al cumplirse un cuarto de siglo de su fundación, y en el contexto de la celebración de estos primeros veinticinco años de gestión cultural ininterrumpida, el Museo de Las Américas se honra en ser el organizador y anfitrión principal de la exposición retrospectiva Rafael Rivera Rosa: Mirada Extendida. La muestra expuesta en nuestras salas ofrece una visión general, pero matizada, de la fructífera producción artística realizada por Rivera Rosa a lo largo de más de cinco décadas. Como tal, la misma permite apreciar la diversidad de técnicas y estilos cultivados por el artista, que van desde el dibujo, el grabado, el cartel y la escultura a la pintura figurativa, pero también a la abstracción, al expresionismo y al arte digital. Se presenta de manera cronológica el desarrollo como artista de uno de los admirables creadores que nuestra historia del arte ha agrupado bajo el nombre de la “Generación del 60”. Así, la exhibición refleja fielmente la rica evolución estilística que se va registrando con el paso de los años en el trabajo de Rivera Rosa, al tiempo que también se manifiesta en este su compromiso sociopolítico, que lo lleva a rebelarse activa y estéticamente contra los asuntos que afectan a su país y al mundo. Por lo abarcador de la selección de obras incluidas, esta se ha dividido entre dos sedes, dedicando una muestra por separado a la producción de obra sobre papel, que el público puede ver en la sala Francisco Oller del Museo de San Juan. Con la exposición Rafael Rivera Rosa: Mirada Extendida, el Museo de Las Américas quiere poner nuevamente al alcance del público la oportunidad de conocer, apreciar mejor y ser parte de este justo reconocimiento a uno de nuestros grandes artistas. Sirva igualmente esta ocasión de celebración compartida como expresión de gratitud hacia nuestra gente por la buena acogida y apoyo con que ha favorecido nuestro trabajo por los pasados veinticinco años. Vaya también nuestro agradecimiento a la Cooperativa de Seguros Múltiples de Puerto Rico, presentador principal de Rafael Rivera Rosa: Mirada Extendida, así como a nuestros demás auspiciadores y colaboradores. DATOS BIOGRÁFICOS Nace en 1942 en el barrio Cuba Libre de Comerío, pueblo de la región centro oriental de Puerto Rico, donde vive hasta los cuatro años de edad. En 1946 su familia se muda a la ciudad de Nueva York, ciudad en que permanecerá por espacio de doce años. Tras emprender el regreso a Puerto Rico, la familia se establece en Santurce. Rivera Rosa, que entonces tenía dieciséis años, trabaja a la vez que hace sus estudios secundarios en la Escuela Superior Central. Ya para esa fecha, la inclinación y aptitud para el arte, que ha demostrado desde niño, toma un giro determinante para empezar a definirse como su vocación de vida. Su interés en el arte lo lleva a los Talleres de la División de la Educación de la Comunidad, a los Talleres de Arte del Instituto de Cultura (ICP) y a la Galería Campeche, ubicados en el Viejo San Juan, espacios en los que entrará en contacto con un ambiente de rico intercambio artístico y cultural. Es entonces cuando conoce a los maestros que serán figuras clave para su formación en el arte. De 1959 a 1961 estudia serigrafía y xilografía con Lorenzo Homar en el Taller de Gráfica del ICP; mientras que de 1959 a 1964 estudia pintura con Domingo García en la Campeche. En esos mismos años, realizó estudios de dibujo arquitectónico en el Instituto Comercial de Puerto Rico, en el que termina su Grado Asociado en 1962. Ya decidido su rumbo hacia el arte, siguió desarrollando su obra como pintor y grabador, y su trabajo empieza a ser incluido en algunos de los portafolios de grabados más representativos de la gráfica del país, así como en exposiciones colectivas. En 1970 funda, junto a Nelson Sambolín y René Pietri, el recordado Taller Bija, en el Viejo San Juan. Más tarde, trabaja igualmente como artista gráfico en el Centro de Investigaciones Sociales de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto de Río Piedras, en el que tuvo a su cargo el diseño de la Revista de Ciencias Sociales y de otras publicaciones del mismo. Para esos años diseña también innumerables libros de la Editorial de la UPR, afiches y carátulas de discos, colaborando también con el semanario Claridad para el que crea el logotipo original del suplemento cultural En Rojo. Contando ya con una larga trayectoria como artista, decide continuar sus estudios superiores en la UPR, a la que ya estaba vinculado por su trabajo, y completa allí su Bachillerato en Bellas Artes en 1987. Poco después regresa a Nueva York, esta vez a realizar estudios graduados en Pratt Institute en Brooklyn, donde obtiene su grado de Maestría en Bellas Artes en 1989. Siempre dedicado a su trabajo de creación artística, fue también profesor de arte en el Departamento de Bellas Artes de la Facultad de Humanidades de la UPR en Río Piedras y profesor de pintura en la Escuela de Artes Plásticas de San Juan. Ha presentado su obra en más de treinta exposiciones individuales y colectivas en Puerto Rico. Ha participado, asimismo, en cientos de exposiciones a nivel internacional en lugares como Nuevo México, New York, Orlando, Washington, D.C., Boston, Barcelona, Sevilla, Madrid, San Diego, Toledo, Brasil, México, Venezuela, Ecuador, Japón y Cuba, entre otros. A lo largo de su carrera, ha sido merecedor de numerosos e importantes reconocimientos. Desde 1995, Rivera Rosa es el Artista Residente de la Colección de Arte Puertorriqueño de la Cooperativa de Seguros Múltiples. Vive y tiene su taller en Río Piedras, a la vez que mantiene estrechos vínculos con su Comerío natal, donde colabora activamente en proyectos artísticos. Actualmente, tras más de cincuenta años de fructífera carrera en los que ha explorado una impresionante diversidad de medios y estilos, sigue pintando, fiel a su amplia visión del quehacer artístico. PREMIOS Y DISTINCIONES Exposición Individual del Año por la Asociación Puertorriqueña de Críticos de Arte (AICA),
Contaminados
Contaminados Fotografías por Herminio Rodríguez La exposición Contaminados consiste de una serie de 78 retratos realizados por el fotógrafo Herminio Rodríguez a miembros de comunidades afectadas por la contaminación que emana de las plantas de quema de combustible en el pueblo de Peñuelas, ubicado en la parte sur de Puerto Rico. Otras figuras destacadas de la sociedad civil, clase artística, deportiva y política puertorriqueña han sido captadas por el lente de Rodríguez, uniéndose así a este reclamo de justicia ambiental y social. El fotógrafo Herminio Rodríguez comenta acerca de este proyecto fotográfico:“Mi propósito, en lo específico, es crear una campaña fotográfica para denunciar y concienciar la situación que sufre el barrio de Tallaboa Encarnación en Peñuelas, que su salud se ve amenazada por el depósito de cenizas aledaño a la comunidad. En lo general, pienso que la campaña sirve también, para señalar la importancia que es proteger el ambiente y cómo el abuso de nuestros recursos perjudica más, que ayudarnos. Podría resumir que este trabajo como un tipo de fotografía activista ambiental, la cual si no me equivoco es la primera vez que puedo encontrar un concepto o idea para, a través, de la fotografía poder aportar con mi medio a la conservación del ambiente.”
Sobre la Antología del Tiempo
Sobre la Antología del Tiempo Marcos de Jesús Carrión El Museo de las Américas presenta la exposición titulada: Sobre la antología del tiempo del artista Marcos de Jesús Carrión. El artista nacido en San Juan y criado en Arecibo, Puerto Rico presenta una serie de grabados trabajados en la técnica no tóxica de seda acuatinta. “Por medio de estas obras propongo llevar el grabado a otro espacio sacándolo del marco, sacándolo de la delicadeza del papel para darle un nuevo espacio y otras dimensiones. Dentro de estas obras creo un vínculo entre el objeto visual y mi percepción del tiempo. Los personajes dentro de estas obras parten de referencias fotograficas que tomo de esos personajes que me rodean, muchos otros elementos son recuerdos, memorias almacenadas que parecen no tener ya tiempo alguno; de aquí comienza la construcción de estas imagines de aquello mismo que relata esas historias que luego son transformadas para quedar estampadas en un nuevo tiempo.” Marcos de Jesús Carrión es egresado de la Universidad Interamericana de San Germán de donde obtuvo una maestría con especialidad en grabado. Ha participado en exposiciones internacionales como el International Graphic Trienial en Bitola, Macedonia, 2009, The Americas Biennial Exhibition of Contemporary Prints en Iowa U.S.A. 2010 y la 5ta Bienal Internacional de Gravura do Douro en Alijo Portugal, 2010, entre otros eventos importantes. Dibujo, grabado; el tiempo y la memoriaPor Marcos de Jesús Carrión Dentro de mi obra la técnica del grabado no solo se limita a su capacidad de ser multiejemplar. Es ahí donde comienzo a jugar creando ese vínculo entre la técnica del grabado y el dibujo. Mis imágenes son grabadas con un juego entre la aguja, buril y el pincel, puras líneas comienzan a construir la imagen. El dibujo inicia con el mismo proceso de crear un grabado, la línea comienza a ser dibujada por el buril, la aguja y otras herramientas sobre los mismos materiales que utilizo como plancha matriz en el grabado. Dibujos pensados como grabados pero sin la posibilidad de ser impresos. Mis grabados, en esta ocasión, salen directamente de su plancha matriz para imprimirse en la transparencia de otro soporte. Otras veces se alejan de la delicadeza del papel para adherirse a planchas de metal o plástico, para ser completados por la línea dibujada y juntos, en medio mixto, formar un todo. Veo el grabado y el dibujo teniendo la capacidad de dejar grabada una imagen en un tiempo, traer de vuelta un recuerdo. La percepción de un tiempo pasado, en donde solo es posible volver accederlos a través de la memoria grabada en una imagen.En la construcción de estas imágenes, cuento un tiempo y con otra percepción, construyo otro distinto. Mi percepción del tiempo llega a expandirse para cambiar y transformase en otra cosa. Los personajes en mi obra en ocasiones hablan de sus recuerdos o memorias, que no son más que historias inventadas con lo más significativo y hacen una reconstrucción de aquel tiempo en el cual se observan como un personaje más en la historia. Presento mi propia percepción del tiempo, incluso, la de otros que pudiera ser la misma sujeta a una infinidad de interrelaciones, que hace de su paso una realidad única con el fin de significar hechos o situaciones meramente cotidianas. Mi obra fue causa de vivencias, recuerdos y de las diferentes formas en que percibimos esta idea, creando un espacio en que insisten en no desaparecer. Memorias que me resisto a perder, entonces, cada obra se convierte en un intento por presenciar aquel tiempo que se ha ido, aquel tiempo pasado, porque una vez no se recuerde, se acaba. Ese tiempo, esos acontecimientos son los narradores y motivadores de mi producción artística. Teóricamente hablando John Dewey explica esto mejor cuando dice que “lo que ocurre en el pasado vuelve a ser vivido en la memoria”. La memoria es aquel instrumento utilizado para construir el pasado y darle espacio nuevamente en el presente, mi obra donde pueda, deja grabado ese proceso.
Lito-grafía:sensorio
Lito-grafía:sensorio Elizabeth Robles De la exhibición constituida como políptico de piso, techo y pared, nos explica la curadora, Rebeca Noriega, nos permite recorrer “una travesía que juega con el concepto de movimiento contrapuesto al de quietud; la contemplación versus la continua actividad”. Noriega añade que “a primera vista, la instalación se compone de piedras, metal, agua, cera colgante, tierra y oleos”. Por su parte, Robles comenta que se trata de un pasaje que escapa de una ruta fija, y que puede generar sensaciones de exploración y nociones del paso del tiempo: “La temporalidad y el movimiento aquí laten de forma similar a cómo yo, durante todo este año, he vivido el proceso de recoger objetos y diversas materialidades por toda nuestra isla: bosques, cuevas, ríos, playas, caminos, carreteras, intersecciones rurales y urbanas, así como por mi propio vecindario. A su vez nos dice sobre las condiciones en las que hacemos arte” Entre objetos encontrados, rocas y otras materias naturales, hallaremos una mesa de trabajo con dibujos en proceso, fotografías, textos y grabados, colindando con piedras, piezas en cera, barro y varias esculturas colgantes, en una atmosfera que nos lleva de líquidos a rocas. Robles nos anticipa sobre la dimensión ambiental provocada por la coexistencia de lo perecedero con lo de aparente mayor permanecía. “El encuentro con agua y rocas, y las diversas materialidades, podría despertar sensaciones táctiles, vibratorias, olfativas, emotivas y otras, como de fuerza y resistencia; me encantaría que el público sienta que se sumerge en la instalación, que se permitiera soltar todo y solo estar ahí”, así nos convoca la artista. Rebeca Noriega, menciona el carácter del arte como uno de resistencia “Los juegos de infancia con las hondas creadas con troncos de trinitarias, nos dice cómo en esta exhibición cada flor tiene el potencial de mutar a piedra, así nos hace un llamado, interior y colectivo. Y es que la resistencia es ahora más necesaria”. Tendremos la oportunidad de ver algunas fotos de Máximo Colón, reconocido artista de la diáspora, quien a través de lente fotográfico permite que tengamos contacto con Robles mientras recoge piedras y rocas en diversas áreas de la isla. De igual modo, la cercanía en intercambio vecinal que Robles transforma en arte, desemboca en un vídeo presentado en sala; se trata de un trabajo visual del fotógrafo Manuel Gatell, quien junto a Sylvia Bofill y Esteban Alberty, aceptó unirse en colaboración en uno de los performances de Robles, desarrollado durante todo el año pasado y titulado “de lo impreciso”. Calendario de Actividades